martes, 1 de julio de 2014

Reducción del estrés desde el enfoque físico, psicológico y espiritual.


Es de vital importancia contrarrestar desde el punto de vista físico las reacciones ante el estrés. El hábito de hacer ejercicio regularmente, reduce considerablemente los signos del estrés. Por otro lado la práctica de la relajación y la meditación son otras potentes herramientas para detener la producción de las hormonas relacionadas con el estrés facilitando el equilibrio natural de nuestro cuerpo. Todo esto apunta a que ante situaciones de estrés podamos anteponernos y tener recursos para poder combatirlo.

El aspecto psicológico se basa en desarrollar una percepción y comprensión de uno mismo y de los factores desencadenantes del estrés. Poseer una sana autoestima, reconocer los rasgos positivos de uno y asumir con naturalidad los que no lo son tanto, incidirá en cómo actuamos frente a las situaciones de estrés, por lo que iniciar un camino introspectivo posibilitará el manejo de experiencias estresantes a la vez que permitirá que evolucionemos a nivel personal. Por otro lado repercutirá también en generar relaciones interpersonales saludables y perdurables.

El último aspecto que nos gustaría abordar es el espiritual. Como hemos hablado con anterioridad encontrar un propósito en nuestra vida, tratar de darle un significado positivo a nuestra vivencias genera que atraigamos energía saludable a nuestras vidas, sensación de paz y equilibrio. Liberarnos de las emociones y pensamientos negativos es la manera más saludable de enfrentar el estrés y sus consecuencias. Por lo que generar un cambio en nuestra conciencia hacia un camino más trascendental es el camino para nuestro bienestar y hacia a la forma en la cual vemos y sentimos el mundo. 



Fuente “Eliminar el estrés”, de Brian Weiss. Ediciones B, Novoprint, Barcelona 2014.

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